Ley de Plásticos de Un Sólo Uso

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La Ley de Plásticos de un Solo Uso o PUSU, promulgada en agosto de 2021, estaba preocupando de sobremanera hace unos meses al sector gastronómico de nuestro país. Esta legislación se refiere a la entrega de i) plásticos de un solo uso y ii) las botellas plásticas. La norma tiene por objeto proteger el medio ambiente y disminuir la generación de residuos, mediante la limitación en la entrega de productos de un solo uso en establecimientos de expendio de alimentos, el fomento a la reutilización y la certificación de los plásticos de un solo uso, y la regulación de las botellas plásticas desechables.

Una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) que fue aplicada a 41 empresas del rubro de servicio de comidas, reveló que casi la mitad de las empresas (47%) declararon no estar en condiciones de cumplir con la fecha límite establecida para el 13 de agosto de 2024 para adecuarse a la normativa. Sin embargo, tuvieron tres años para ajustarse, y optaron por dejar la tarea para último minuto. Solo un 15% de las empresas lograron adaptarse a las nuevas exigencias, mientras que un 7% no se vieron afectados por la normativa.

La presidenta de la CCS, María Teresa Vial, sostuvo en su momento, que si bien comparten los objetivos de la ley, consideran preocupantes estos resultados, y que las empresas entonces se verán forzadas a emplear prácticas menos sustentables, como el consumo innecesario de cantidades industriales de agua, electricidad y detergentes. Señaló también que temía por la supervivencia de parte del sector y de sus fuentes de trabajo.

Otra declaración de alto impacto: Máximo Picallo, presidente de Achiga, dijo que “algunos locales no podrán adaptarse a la ley y tendrán que cambiar su modelo de negocio o dedicarse exclusivamente al delivery con dark kitchens. Esto causará un perjuicio significativo para las Pymes”. Añadió: “En ningún lugar del mundo existe una ley como esta. ¿Por qué debemos afectar al sector gastronómico y ser un conejillo de indias?”. Conejillos de indias, o pioneros, dos formas de ver las cosas…

El lobby de CCS, Achiga y Arcos Dorados (el operador de McDonald’s en América Latina), logró dilatar en 18 meses la entrada en vigencia de la ley PUSU originalmente programada para 13 de agosto del 2024. El argumento principal, iba en el sentido de que faltaba la dictación por parte del Ministerio de Medio Ambiente, de un reglamento de la ley. Dicho reglamento señala los requisitos del plástico certificado y procedimiento para las certificaciones; porcentaje de material reciclado en las botellas plásticas desechables (a contar de 2025) y su certificación; exigencias relativas a visibilidad de botellas retornables en supermercados. Pero esto en realidad no afectaba el funcionamiento de los establecimientos de expendio de alimentos. Para entender, hay que seguir leyendo.

¿Por qué existe esta ley? En simple, porque estamos inundados de plástico. Esto no es una exageración, o una metáfora poética. Es una realidad. Se estima que un 40% de la producción total de plástico para empaques termina en un relleno sanitario, un 14% en una planta incineradora, un 14% se recicla, y un monstruoso 32% de la producción total de plástico para empaques termina en el entorno natural. Para tomarle el peso a esta problemática, la cantidad de plástico de un solo uso que generan cada año los locales de comida y delivery en Chile equivale al peso de un edificio de 23 pisos, el de 116 ballenas azules, el de 2.324 camiones de basura o el de más de 51 millones de pelotas de fútbol. Como botón de muestra, les dejo el siguiente dato: Investigadores descubrieron microplásticos y microfibras en la almeja antártica (Instituto Antártico Chileno, INACH): 100 % de los individuos examinados mostraron presencia de microfibras y más del 90 % presentaron microfragmentos.

Volviendo a la ley PUSU: ¿Cuáles son los establecimientos de expendio de alimentos? Son locales que comercializan comida preparada (para su consumo dentro o fuera de éstos), como restaurantes, casinos, clubes sociales, cocinerías, fuentes de soda, cafeterías, salones de té, panaderías, bares u otros locales similares. Otros ejemplos son restaurantes de comida rápida, patios de comidas y lugares que se dediquen al delivery de comida.

¿Cuáles son los productos de un solo uso regulados por esta ley? Vasos, tazas, tazones, cubiertos (tenedor, cuchara, cuchillo), palillos, pocillos, mezcladores, bombillas, platos, cajas, copas, envases de comida preparada, bandejas, sachets, individuales y tapas que no sean de botellas, en tanto no sean reutilizables.

¿Cómo se determina que un producto es o no reutilizable? Se entenderá que un producto es reutilizable si es usado en múltiples ocasiones por el establecimiento de expendio de alimentos de conformidad con su diseño.

¿Qué reglas se aplican si el consumo de comida se realiza dentro de un establecimiento? A partir de los tres años de entrada en vigencia de la ley, es decir, desde el 13 de agosto de 2024, si el consumo de comida preparada se realizaba dentro de los establecimientos de expendio de alimentos (lo que incluye los espacios adyacentes a estos, habilitados para estos efectos), se deberán entregar productos reutilizables. Por ejemplo, se podrá entregar un producto de plástico, siempre y cuando sea reutilizable. Por el contrario, no estará permitida la entrega de productos de un solo uso/desechables, cualquiera sea el material del que estén compuestos. Por ejemplo, no podrán entregarse productos de papel o cartón.

¿Qué reglas se aplican si el consumo de alimentos se realiza fuera de un establecimiento? A partir de los tres años de entrada en vigencia de la ley, es decir desde el 13 de agosto de 2024, si el consumo de comida preparada se realizaba fuera de los establecimientos de expendio de alimentos, ya sea mediante comida para llevar o delivery, estaría permitida la entrega de productos desechables de materiales distintos al plástico (por ejemplo, papel, cartón, aluminio, vidrio, bambú, etc.), o bien, fabricados a partir de plástico certificado. Es decir, los establecimientos pueden elegir materialidades distintas al plástico certificado, pero simplemente optaron por no hacerlo.

¿Qué son los plásticos certificados? Los plásticos certificados son plásticos compuestos total o parcialmente por materias producidas a partir de recursos renovables, diseñados para ser compostados a nivel domiciliario o industrial, y cuya certificación es entregada por el Ministerio del Medio Ambiente. Estos plásticos deberán ser fácilmente identificables por los consumidores a través del certificado antes referenciado, el que deberá ser exhibido en el producto. Adicionalmente, el establecimiento de expendio de alimentos que entregue plásticos certificados deberá exhibir el certificado de forma visible al público y en su sitio web.

¿Qué significa esta ley para los emprendedores en el área gastronómica? La verdad es que hace dos años, la Ley PUSU obligó a los establecimientos de expendio de alimentos a dejar de entregar empaques de poliestireno expandido (plumavit), bombillas, revolvedores, cubiertos y palillos plásticos de un sólo uso. Y nos ajustamos. En general se podría decir que hay un cumplimiento, tal vez no perfecto, pero para allá vamos. Esta ley significa que los establecimientos de expendio de alimentos tienen que dejar de vender basura, y que tienen que subirse al tren de la economía circular o se quedan atrás. Esta ley significa que ellos están en una posición en que pueden incidir directamente en contribuir a que exista menos plástico contaminando nuestros ríos, playas, lagos y mares. Esta ley significa un cambio cultural, un cambio de paradigma, y nadie dice que el cambio no cuesta. A veces es difícil, pero tiene que comenzar por alguna parte.

Entra en escena la solución: Para los locales que atienden público en el local, hay una tecnología muy moderna, llamada lavadora de vajillas, que usa menos agua que lavar a mano. Para los locales que hacen delivery, existe Con Devuelta (condevuelta.cl y en instagram @condevuelta) emprendimiento chileno liderado por una mujer visionaria, quien ofrece un servicio de envases retornables para restaurantes y comida preparada. Este servicio busca reducir el uso de envases plásticos desechables, que tienen un considerable impacto negativo en el medio ambiente. Con Devuelta proporciona envases retornables para pedidos de comida, los cuales son recogidos, limpiados y esterilizados para su reutilización. La fundadora Isabel Díaz del Río señala:

Hay muchos contextos donde se pueden evitar los plásticos de un solo uso. Grandes empresas rechazan el uso de retornable porque supuestamente utilizan mucha agua. En promedio usamos 200 ml de agua para lavar nuestros envases, luego del séptimo uso empieza a ser más sustentable.

Para lavar estos envases se utilizaron 230 litros de agua, es decir, solo el 0,004% de la que se usaría para fabricar uno desechable. Más allá de la eficiencia en el uso de agua, dentro de las ventajas que ofrece el sistema para el rubro gastronómico, según sus creadoras, está el que cobran entre un 10 o 20% menos que las soluciones de envases de cartón o plásticos desechables.

La Ley de Plásticos de un Solo Uso no es simplemente una regulación; es una invitación a repensar cómo interactuamos con el entorno y cómo el sector gastronómico puede liderar un cambio positivo. Si bien los desafíos son significativos, las soluciones existen y están al alcance: desde tecnologías eficientes y existentes hasta emprendimientos innovadores como Con Devuelta, que demuestran que es posible combinar sostenibilidad con viabilidad económica.

Este cambio cultural es ineludible y necesario. No se trata solo de cumplir con una normativa, sino de contribuir activamente a un futuro más limpio y sostenible, donde el plástico deje de ser sinónimo de desecho y contaminación. Los próximos meses son cruciales para que el sector gastronómico chileno deje de sentirse como un "conejillo de indias" y se convierta en un modelo de referencia para el mundo. Porque el impacto ambiental de nuestras decisiones trasciende nuestras mesas: afecta a nuestros océanos, nuestra fauna y a nosotros mismos. La transformación está en marcha, y ahora, más que nunca, depende de todos que sea exitosa.

Escrito por: Fernanda Piedra

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